Descubriendo a Venezuela

La Llovizna, Chorrerón, Cojedes, Venezuela

       Si hay algo de lo que puede vanagloriarse el estado Cojedes es de sus pintorescos caseríos y sus paisajes de insospechada belleza. Es el caso de un salto de agua ubicado en la localidad de Chorrerón, un lugar que, aún hoy en día, ha sobrevivido un tanto alejado del bullicioso y aparentemente confortable modernismo para permanecer compenetrado con  su riqueza natural.

       Sin embargo, el equilibrio de sus recursos naturales se ha visto afectado por la práctica indiscriminada de la tala y la quema, por lo que, para sus antiguos pobladores, el lugar no es lo que fue varios años atrás. Sin embargo, esta locación sigue siendo un interesante atractivo para quien quiera aventurarse hacia su emblemático paraje, La Llovizna, una cascada de varios metros de altura que permanece oculta entre la selva. El siguiente video ilustra perfectamente nuestras palabras:

           En esta oportunidad nuestro equipo se encontraba en la localidad de San Carlos  por lo que para llegar allí tomamos la carretera nacional en sentido Acarigua fijando rumbo a la localidad de Apartadero, en el municipio Anzoátegui. En Apartadero, debemos desviarnos hacia la localidad de Aroita, un pequeño caserío que precede al de Chorrerón, y llegaremos a este último luego de recorrer algunos kilómetros por una carretera de tierra. 

 

       Estos kilómetros los hicimos a pie, así pudimos apreciar de mejor manera las colinas montañosas que caracterizan el lugar y que aún, pese a la actividad del hombre, exhiben su bello esplendor, lo que es matizado por el canto de diversas aves propias del lugar.

          En Chorrerón, es el río Piñero el principal protagonista entre el atractivo natural, cruza una y otra vez la localidad con su caudal de aguascristalinas . En el balneario que se ha erigido al turismo describe algunos saltos que han inspirado el nombre del caserío. 

          El curso de este río discurre totalmente protegido por una gran vastedad vegetal que invita al paseante a olvidarse de todas sus preocupaciones para relajarse entre sus aguas o bajo los frondosos árboles.

 

       Dejando el balneario y siguiendo el curso del río llegaremos a La Llovizna, que nos advertirá de su presencia por su sonido, perceptible a varios metros de distancia. 

           Esta cascada recibe su nombre por la descomposición del agua en múltiples gotas que se forman al precipitarse desde una considerable altura.

 

         En todo caso, La Llovizna, constituye una locación natural atípica del llano que sólo se puede encontrar en los estados llaneros del centro del país, debido a la zona montañosa que describe su región norte como en el caso del estado Cojedes, geografía que comparte con los estados Carabobo y Yaracuy.